jueves, 18 de junio de 2015

CUADRO NÚM.204
OLEO SOBRE LIENZO


Para dar un abrazo en condiciones, en primer lugar, hay que haberlo extrañado mucho, hay que haberlo extrañado bien. Los que no tuvieron tiempo de despedirse saben perfectamente de lo que estoy hablando. Los que nunca se atrevieron a pedirlo, también. Su significado es siempre el mismo, bajo cualquier circunstancia, en cualquier país, de cualquier lengua, credo o tradición, y parte de la segunda condición fundamental para dar uno como dios manda. Necesitas lo que significa. Y significa, en esencia, que no estás solo. A partir de aquí, los requisitos se van complicando. Y es que todo depende de tener algo muy fuerte en común. Algo que, de pronto y sin haberlo previsto, sintáis los dos con la misma intensidad. Se trata de un momento, de un solo instante. El tiempo justo para que ese algo tan real y tan verídico no pueda dibujarse con palabras. No sé si me explico. Pero si eso ocurre, todo cambia. Desde ese momento, abrazarse ya es otra cosa. Estáis atrapando verdades. Una cacería de instantes. Un compresor de realidad. Enzarzarse en las ganas del otro y apretar hasta que se extingan. Me fascinan los abrazos bien dados. Creo que resultan aún más memorables que cualquier palabra, gesto o relación. La única forma física conocida que tiene el ser humano de parar el tiempo. El único punto y seguido entre todo lo que se puede llegar a sentir.
Risto Mejide 





                                 

martes, 9 de junio de 2015

CUADRO 203
OLEO SOBRE LIENZO
INFANTIL


Ya sólo me interesa ser un hombre bueno, las buenas personas, conocer el dolor de la gente y ver si puedo aliviar de algún modo ese fardo. Ya sólo me interesan los amigos que suman, los besos que restan penas, las caricias que se dan porque sí, los corazones envueltos para regalo, el amor sin facturas de mis padres y la bondad azul de mi hermano. Ya sólo me interesan las canciones que barren nubes, los poemas que transportan y los políticos que renuncian porque no les dejaban decir la verdad. Sí, sólo me interesan las sonrisas que provoca Messi, los que salen a vivir sin escudo, los que lo apuestan todo a la casilla de la ternura. Ya sólo me interesan los bares donde esperan los abrazos, el corazón blanco de los niños, las palabras sin doble fondo. Ya sólo me interesan las blusas que se abren para cerrar heridas, decirle a la hormiga que escuche a la cigarra y que los minutos de silencio sean porque estemos besando.
Marwan